Mejorar la gestión de las aguas residuales

Una mejor gestión de las aguas residuales podría ayudar a reducir la contaminación del aire

En todo el mundo, los más pobres son los que más sufren la contaminación.Birguy Lamizana, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, señala el ejemplo de Katmandú, la capital nepalesa, donde al caminar a las orillas del río Bagmati le asalta a uno un hedor penetrante que pone manifiesto que la gestión inadecuada de las aguas residuales empeora la calidad del aire.

Pero Katmandú no es un caso aislado; en todo el mundo grandes ciudades, y en particular ciudades en países en desarrollo con poblaciones en rápido aumento, se enfrentan a problemas similares. Los cursos de ríos urbanos contaminados emiten gases tóxicos como metano y óxido nitroso, que contribuyen al efecto invernadero, y un estudio reciente encontró que la concentración de antibióticos en algunos ríos excede hasta 300 veces los niveles seguros.

Aguas residuales que contaminan los rios

En 2017, los Estados Miembro de las Naciones unidas adoptaron el informe Hacia un planeta sin contaminación, que advierte que el crecimiento económico a lo largo de las últimas décadas ha estado acompañado de intensa contaminación, con impactos significativos en la salud de las personas y los ecosistemas, y en el funcionamiento de procesos planetarios como el clima.

Por ejemplo, los océanos son una fuente de alimento de la que dependen 3.500 millones de personas, pero siguen usándose como vertederos de desechos y aguas residuales.

«Las vías fluviales urbanas muy contaminadas emiten gases tóxicos como el metano y el óxido nitroso, que también son gases de efecto invernadero.»

La cuarta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, máximo órgano mundial de toma de decisiones ambientales, tuvo lugar el pasado mes de marzo. Se acordó en una resolución priorizar la protección de los ecosistemas costeros y marinos en las políticas, en particular en relación con amenazas para el medio ambiente causadas por un aumento de nutrientes, aguas residuales, basura marina y microplásticos, en apoyo a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

El tratamiento de las aguas residuales beneficia a los más pobres. ONU Medio Ambiente y entidades colaboradoras están ayudando a los países a identificar un número manejable de medidas rentables para reducir la contaminación por aguas residuales. Según Lamizana, una de las prioridades de muchos países son los Objetivos de Desarrollo Sostenible 1 y 2, erradicar la pobreza y el hambre. Las mejoras en la gestión de las aguas residuales en países en desarrollo pueden tener beneficios notables para la salud y bienestar de la población más pobre.

Puedes leer la noticia original en Smart Water Magazine.